Sunday, April 27, 2008

Ternura



Yo te pido perdón de amarte de repente

Aunque mi amor sea una vieja canción en tus oídos

De las horas que pasé a la sombra de tus gestos
Bebiendo en tu boca el perfume de las sonrisas
De las noches que viví apaciguado

Por la gracia indecible de tus pasos eternamente
[huyendo

Traigo la dulzura de los que aceptan melancólicamente

Y puedo decirte que el gran afecto que te dejo
No trae la exasperación de las lágrimas ni el hechizo de
[las promesas

Ni las misteriosas palabras de los velos del alma...
Es un sosiego, una unción, un desborde de caricias

Y sólo te pido que reposes quieta muy quieta

Y dejes que las manos cálidas de la noche encuentren

Sin fatalidad la mirada extática de la aurora.


Vinicius de Moraes