Ay paloma
que bajas a las Ramblas
de Barcelona
con la muerte en las alas,
sola.
Ay cigüeña
que sobre un campanario
por Valdepeñas
asoleando tu nido;
sueñas.
Fui peregrina feliz
de luz española,
después con la muerte en el alma,
ave que se deploma.
Tanto amor quién me lo quita.
Tanta dicha quién me roba.
María Elena Walsh
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