Pablo Neruda
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.
Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
que reflejo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella)
Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde como barcas perdidas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.
Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
que reflejo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella)
Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde como barcas perdidas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
cae sobre mi vida.
Víctor Heredia
aporta su música, su voz y su emoción
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