Por: Daniel Samper Ospina
Públicado en Semana Mayo 02 de 2010
Suena el himno nacional. Rodeado de su equipo de trabajo, el presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos, se dirige al país). Compatriotas: En el día de hoy he tomado una dolorosa decisión. (Sobre sus palabras se ven imágenes del ex presidente Uribe, que camina cabizbajo, vestido con un overol de preso color naranja, mientras dos policías lo llevan del brazo a un avión). He decidido extraditar al ex presidente Uribe, requerido, a solicitud mía, por la Corte Penal Internacional.
El ministro de Gobierno, doctor Andrés Felipe Arias, ha ayudado a que estos trámites hayan sido expeditos. (La cámara muestra al ministro Arias, que tiene los párpados llenos de bótox). Hago un reconocimiento a su labor. (Arias sonríe, orgulloso; restriega su lomo contra las pantorrillas del jefe de Estado, y este le soba la espalda y le tira una ración presupuestal).
El único responsable del bombardeo a un país vecino y del escándalo de los falsos positivos acaba de caer. Mi gobierno lo ha hecho pagar.
(El gabinete irrumpe en un aplauso cerrado).
Compatriotas: Ya todo terminó.
(Las imágenes muestran que el avión con el ex presidente Uribe despega).
Como le comenté al secretario de prensa, Germán Santamaría, no ha sido un día fácil. Incluso cancelé el juego de golf en el Country de esta mañana, pese a que ya le había dicho a Angelino cuál talega debía llevarme. Y le dije: "Angelino, no tengo ánimos de ir. Avísale a Pacho, que debe estar en la taberna; ya di orden de que te dejen entrar hasta allá. Dile que tampoco llego al póquer, que apueste por mí. Debo anunciarle al país esta decisión". ¿A qué esperar al consejo comunal, que en adelante se hará en Anapoima? Era mejor hacerlo de una vez y acompañado por este gran equipo de gobierno del que me pude rodear por haber subido al poder sin ningún tipo de compromisos.
Gente como el ministro de Educación, doctor Juan Carlos Abadía, faro ético de las nuevas generaciones. (La cámara toma a Abadía, que tiene un palillo entre los dientes, camisa de arabescos abierta en el pecho, gafas oscuras Ray Ban de marco dorado y una esclava de oro en la muñeca, y que mira orgulloso a su Presidente). O como Ernesto Yamhure, director del DAS (Yamhure, enfundado en unos audífonos gigantes, pide silencio con una seña porque no lo dejan seguir la llamada que tiene intervenida). O como la ministra de Protección Social, Dilian Francisca (la cámara poncha a la doctora, que se está haciendo aseo oral con el dedo meñique). O como el ministro de Comunicaciones, Armando Benedetti, con quien mejorará la Comisión Nacional de Televisión. Porque si algo sabe hacer el doctor Benedetti es arreglar comisiones. (El doctor Benedetti levanta una ceja, solo una, como cuando le toman fotos para las páginas sociales).
Me rodean funcionarios jóvenes como Lucero Cortés, ministra de Cultura. (La cámara toma ahora a Lucero Cortés, que se ataca a llorar, emocionada; llama a una tuna, le pone una capa al doctor Santos, aplaude, da brincos y vuelve de nuevo a la calma). O como Laurita, la directora del Sena, que no pudo venir porque está almorzando con su papá. O como la viceministra de Juventudes, doña Olga Duque de Ospina. (Doña Olga inclina la cabeza para saludar, y de su cuello cae un poco de aserrín).
Pero eso no significa que vaya a improvisar. Me he rodeado también de gente experimentada. Luis Guillermo Giraldo, de gran experiencia en el manejo de cuentas, será el ministro de Hacienda (la cámara muestra al doctor Giraldo, que se frota las manos). Y los doctores Guerra Tulena, Jorge Aurelio Iragorri y el mismo José Obdulio estarán conmigo en Palacio, como gendarmes del juego limpio y de los recursos públicos, apoyados por el nuevo zar anticorrupción, doctor Name Terán.
Compatriotas: Como dije en la entrevista que me hizo hoy el director de El Tiempo y futuro ministro, doctor Mauricio Vargas, este es el gobierno de la meritocracia. Noemí Sanín aceptó gustosa la embajada de Holanda, donde la designé por sus amplios conocimientos sobre la llamada enfermedad holandesa. Y estoy seguro de que el almirante Arango Bacci hará un gran papel en la embajada de Irak, que este gobierno abrió exclusivamente para él.
En materia militar no hay nada que temer. Ante el llamado a la guerra que ha hecho a su Ejército el gobierno venezolano, ya he dispuesto que mi ministro de Defensa, doctor William Brownfield, uniforme a la tropa con petos de la Cruz Roja y saque a la frontera toda la infraestructura militar y de logística que encuentre, incluyendo el avión del Museo de los Niños, pero exceptuando, claro, los dos Black Hawk asignados a mis hijos.
Compatriotas: Bienvenidos a una nueva era.
El sátrapa se ha ido.
Y ustedes lo han visto en exclusiva por Planetavisión. Y recuerden: no sean imbéciles. Cambien de opinión, pero nunca de canal.
Buenas noches.
(Todos aplauden. Suena el Himno Nacional. El equipo se dispersa. El 'Pincher' Arias levanta una pierna sobre el montículo de aserrín y luego persigue, juguetón, la cola de lagarto de Rodrigo Rivera. El estilista Emiro le pone una inyección al Presidente en los párpados. El ministro Abadía pregunta al doctor Giraldo si sabe de su esclava de oro, desaparecida durante la alocución. Fin de la emisión).´
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