Pasadas las 11:30 am del día de ayer se conoció la terrible noticia de la muerte de la modelo y presentadora de televisión Lina Marulanda al caer desde el balcón de su apartamento, ubicado en el sexto piso de un edificio del norte de Bogotá. Para todo el país fue un gran golpe, pues desde el primer momento los medios de comunicación evidenciaron que muy probablemente se trataría de un suicidio.
Se conoció que momentos antes de su deceso Lina Marulanda estaba reunida con su esposo Carlos Oñate –de quien se estaba separando después de apenas 4 meses de matrimonio-, sus padres y un médico, quienes trataban de brindarle apoyo para que saliera de una crisis emocional que la venía afectando desde hace algunos meses.
Se especula que la causa de su supuesto suicidio tenía que ver con su separación, pero dos hechos desvirtúan esta afirmación: Carlos Oñate la apoyó y acompañó hasta el último momento; y la bella modelo se había casado y divorciado (Con Felipe Chacón) tiempo antes de la relación con el empresario barranquillero, lo que hace dudar de su fragilidad ante un hecho de esas características.
Ante la pregunta ¿Por qué una mujer exitosa, de un temperamento tan recio y fuerte, sucumbió a una crisis emocional?, está confirmado que influyó en su estado depresivo su ruptura sentimental y los problemas financieros (a raíz de su retiro de la sociedad con la Joyería Turmalina y Durando) pero cobran fuerza versiones de fuentes cercanas a la modelo, sobre el aumento de su vulnerabilidad a raíz de padecer una enfermedad relacionada con “Desordenes Alimenticios” (Anorexia o Bulimia). Se sabe que este tipo de enfermedades generan síntomas de depresión que incluyen constantes cavilaciones melancólicas y pesimistas, ideas recurrentes de suicidio, irritabilidad creciente y reducida capacidad para concentrarse, señales que aumentaron en Lina de manera alarmante en los últimos tiempos.
La doctora Cynthia Bulik, directora del Programa de Trastornos Alimentarios de la University of North Carolina, en Estados Unidos reveló en el 2008 un estudio según el cual aproximadamente el 17% de personas enfermas de Anorexia o Bulimia han intentado suicidarse al menos una vez en su vida, como fruto de la depresión y ansiedad provocada por la enfermedad.
Si a estas manifestaciones le sumamos el exagerado adelgazamiento de sus últimas presentaciones y fotografías podríamos deducir que Lina Marulanda fue una nueva víctima de esa peligrosa plaga llamada Anorexia o Bulimia, que dió al traste con la exitosa vida y carrera de una excelente profesional. Es claro que Lina en condiciones normales, perfectamente hubiese podido superar con su caracter e iniciativa, los problemas que en la actualidad afrontaba, así como enfrentó otras situaciones difíciles en el pasado.
Paz en su tumba.
Fotografías: Revista Soho, El Tiempo.
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