Tuesday, August 19, 2008

Héctor M. Bonaparte


Para ser soberbio hay que ser ignorante. El conocimiento siempre va unido a la modestia, porque lleva encerrado en sí mismo la verdadera magnitud de lo que se desconoce. El autoritario es un ignorante, ya que desconoce y subestima la condición humana de aquellos a quienes quiere someter.

El autoritarismo genera parálisis: los que mandan no hacen, porque están ocupados en vigilar a los de abajo, que tampoco hacen porque se sienten sospechados.

Los gobernantes tienen una masa ciudadana que castran, pero de la que igualmente desconfían. Los gobernados temen el cuchillo de los jefes impuestos y se castran simbólicamente en silencio.

El miedo y el silencio constituye el reino del autoritarismo, y también de la muerte.


Héctor M. Bonaparte