Anécdotas de inmigrantes gallegos en la Ciudad de Buenos Aires
Como nieta e hija de gallegos, me complace mucho contarles esta historia.
Hace veinte años, Roberto M. Suárez Puga realizaba investigaciones para una novela fantástica que estaba escribiendo sobre la historia de su padre, quien emigró con dos amigos de su edad, de su Bergondo natal, siendo casi un niño, a la Ciudad de Buenos Aires, en el Vapor Highland Pride el 19 de octubre de 1911.
Uno de los lugares que frecuentaba Roberto, para ampliar su bagaje de datos, era la Biblioteca del Centro Gallego de Buenos Aires, cuyo bibliotecario histórico era uno de sus asesores y amigos consejeros.
Allí y por intermedio del señor bibliotecario tuvo oportunidad de conocer y mantener una larga conversación con D. Ricardo Flores Pérez, considerado el patriarca de los escritores gallegos. Fue el el 3 de mayo de 1988, y el Sr. Flores le contó que había nacido en Sada -un lugar bellísimo que Roberto había visitado en un viaje-, que vino a Buenos Aires en 1929, que ahora (en ese entonces) tenía 85 años, y le hizo el regalo de recitarle la "Alalá" que sigue:
Miña nai como é tan boa
se non ten pan que me dar
encheme a cara de bicos
e logo bota a chorar
Ay lalalá, ay lalelo
encheme a cara de bicos
e logo bota a chorar
Miña naiciña, non chores
que me faz a min chorar
os bicos que ti me deres
moito me faz contentar
Ay lalalá, ay lalelo
os bicos que ti me deres
moito me faz contentar
Traducir la dulzura de esta "Alalá" es tarea de un poeta, yo sólo me voy a permitir llevar el gallego al español:
Mi mamá como es tan buena
si no tiene pan que darme
llena mi cara de besos
y luego se echa a llorar
Ay lalalá, ay lalelo
llena mi cara de besos
y luego se echa a llorar
Mamita mía, no llores
que me vas a hacer llorar
los besos que tú me diste
mucho me hacen contentar
Ay lalalá, ay lalelo
los besos que tú me diste
mucho me hacen contentar
Noticia sobre
RICARDO FLORES: EL PATRIARCA DE LOS ESCRITORES GALLEGOS
Ricardo Flores Pérez nació un primero de Mayo de 1903 en Sada, en el área periférica de La Coruña. La suya era una familia de agricultores y, por lo tanto, el niño tuvo que compartir la formación académica elemental con la ayuda en tareas diarias de la hacienda como el cuidado del ganado y la siembra o recolección de productos agrarios. Desde los diez años asistió a las aulas únicamente dos horas por la noche durante los meses de invierno. En su formación autodidacta tuvieron especial relevancia la lectura de la Virgem de Cristal y los comentarios públicos posteriores al primer mitin pronunciado en gallego, lo que ocurrió en Betanzos con la intervención de Lugris Freire. A este "galleguismo natural" –siguiendo la definición del propio Flores- le sigue un contacto directo con la organización colectiva más dinámica de la reivindicación galleguista del primer tercio del siglo XX. Durante la realización del servicio militar en Ferrol asistió a numerosas veladas teatrales organizadas por la Irmandade da Fala local y dirigidas por los célebres Charlón y Hermida. De regresso a Sada, Ricardo Flores se estrenó como autor teatral escrebiendo varias piezas cortas (Um filho de bendiçom, Conselhos do Tio Joám e Querer de comenência) que después serían puestas en escena en el Pavilhom Moragra y el Salón Suizo de su villa natal. En 1929, Flores emigró a Buenos Aires. En esta ciudad combinó el trabajo asalariado en el sector metalúrgico con las actividades artísticas de escritor, director y actor teatral. En calidad de impulsor del movimiento asociativo gallego fue Presidente de la Sociedad Coral Os Rumorosos, Secretario de Actas del Conselho da Galiza y miembro de las directivas de la Irmandade Galega y de la Comision Intersocietaria. Con Eduardo Blanco Amor, Ramón Suárez Picallo, Manuel Campos Couceiro, Moisés da Presa y Antonio Zapata García -entre muchos otros- Ricardo Flores fue un miembro destacado de la Sociedad Gallega Pondal y un activo colaborador de su órgano de expresión: la revista A Fouce. Varios de sus artículos recogidos en esta publicación -todos ellos escritos siguiendo la norma histórico-etimológica- lo que nos permite calificarlo como un adelantado del reintegracionismo, como lo fuera Joám Vicente Biqueira en A Nosa Terra. De su obra dramática están publicados los títulos Un ovo de duas xemas, Comedia reidera en dos actos (Rueiro, Buenos Aires, 1956) y A nossa terra é nossa, Um remédio Malfadado y O afiador (Cadernos da Escola Dramática, Corunha, 1992). De sus contribuciones a la música popular podemos mencionar una muestra en la Escola de cantigas galegas (Caixa Ourense, 1984) y las Trinta cantigas galegas (Reflexos da doma) y 50 alalás editadas por la Asociación Civil de los Amigos del Idioma Gallego. Ricardo Flores falleció en julio de 2002, a los 99 años.
Texto sobre D. Ricardo Flores Pérez e imágenes, Cortesía de:
La traducción es una audacia mía.