heroico cubriéndose de gloria
Ay patria mía y se necesitaba tanta agua y sin
embargo nada
ningún libro supo enseñarme el temblor de tu
cuerpo entre mis brazos
ni el dolor de estar solo en una madrugada
la angustia de olvidar lentamente los objetos
queridos los nombres familiares
las últimas sonrisas
Horacio Salas