Wednesday, November 25, 2009

¿Sirve o no el Riesgo País?


Uno de los conceptos que más se escucha cuando hablamos de inversión es el Riesgo País. Famoso concepto, totalmente inútil según algunos analistas, pero muy utilizado por empresarios e inversionistas de todo el mundo. ¿Qué hay detrás del Riesgo País?

En definitiva todo se puede reducir a la siguiente pregunta: ¿Qué diferencias existen entre la industria de celulares en Suiza e India? Desde cierto punto de vista -bastante restringido por cierto- podríamos decir que la industria de celulares de Suiza e India son en esencia bastante parecidas. En ambos países se satisface una necesidad, la comunicación. En ambos países están presentes los mismos competidores, Nokia, Sony Ericsson, Motorola, etc… Posiblemente los consumidores de Suiza sean diferentes a los de India, pero en el fondo esto es irrelevante porque una empresa que busque invertir en India o Suiza con seguridad está pensando más en la exportación y no tanto en el consumidor local. Es decir que, en esencia, las industrias de telefonía móvil de Suiza e India son bastante similares en cuanto a la forma en la que se lleva a acabo el negocio. Pero entonces ¿Qué diferencia existe? La respuesta se cae por su propio peso: la una está en India y la otra está en Suiza. Y detrás de esa simple comparación geográfica hay una serie de implicaciones.

Invertir en una industria X en la India, es hoy por hoy más riesgoso que invertir en la misma industria X en Suiza. Porque los mercados financieros son más inestables, porque hay más inferencia política en la economía privada, porque la corrupción en los trámites es menor en Suiza, etc…(desarrollaremos esto más adelante). Y entonces, si bien las empresas son esencialmente iguales, las condiciones en las que se desarrollan no lo son. Definitivamente hay más riesgo al estar en India que en Suiza, y los inversionistas esperan que se les compense por aquello.

Pensemos en un ejemplo más cercano. ¿Qué diferencia a la industria de rosas de Colombia y Ecuador? En esencia muy poco. E incluso se puede decir que las flores ecuatorianas son de mejor calidad (más coloridas, más durables, más largas, etc…), pero cuando el inversionista extranjero invierte en Ecuador va requerir un nivel de rentabilidad mayor que le compense por el riesgo de no poder sacar sus flores a tiempo cuando hay paros, o por la falta de carreteras de primer orden, o porque los tramites aduaneros son lentos, o porque no tenemos un TLC con EEUU. La rosa del Ecuador es mejor, y sin embargo tenemos un mayor “castigo” por parte de los inversionistas. Ese, es el Riesgo País.

Formalmente, el Riesgo País, representa la repercusión potencialmente adversa del ambiente de un país sobre los flujos de efectivo de la empresa. Lo que dicen los empresarios/inversionistas es, cuánto rendiría este proyecto en algún lugar donde el riesgo país, sea bajo, y cuánto va a rendir aquí… Esa diferencia debe ser compensada por una tasa de retorno de la inversión más alta. ¿Qué pasa si no se “compensa” al inversionista? Simplemente elegirá no hacer el negocio en el país dónde un mayor riesgo no se compensa con una mayor rentabilidad.

Entonces, el Riesgo País es muy útil no solo para los inversionistas extranjeros (que saben cuanto deben cobrar “adicional”), sino también para los empresarios nacionales que buscan por ejemplo encontrar un financista internacional o que quieren generar una alianza estratégica con una empresa extranjera. En este caso, el riesgo país les permite saber qué nivel de rentabilidad deberán obtener si desean hacer un negocio con el financista o una alianza con una empresa.


¿Cómo se mide?

Aquí es dónde se complica, porque como uno puede imaginar, tener una medida de variables que son muchas veces intangibles es difícil. De cualquier forma una de las medidas más aceptadas a nivel mundial es la que calcula JPMorgan, llamada el EMBI (Emerging Market Bond Index).

Para su cálculo se toman en cuenta una gran cantidad de variables económicas y no económicas: el crecimiento de la economía, la estabilidad macroeconómica, la estructura del presupuesto del Estado, el clima de negocios, la conflictividad política, la apertura económica, los tratados de respeto a la inversión, entre muchos otros factores.

Con esos datos JPMorgan confecciona el EMBI que arroja un índice en puntos. Por ejemplo, 550 puntos representan una tasa de 5,5%; es decir que un inversionista exigirá 5,5% más de rendimiento del capital en una inversión.

Hay dos objeciones principales al uso del EMBI (seguramente se pueden pensar en otras más):

1) Es un índice calculado por una empresa privada. Aunque hay otros índices que sirven para medir el riesgo país casi todos son realizados por calificadores de riesgo privadas.

2) Se dice que los bonos de los EEUU, que son llamados como “libres de riesgo” en realidad no lo son. Lo que se argumenta generalmente aquí es que si bien esos bonos no son de riesgo cero, tienen un riesgo calculado y esperado, ya que el riesgo de no pago por parte del Gobierno de EEUU es extremadamente bajo, lo que no sucede con los bonos de otros países (basta ver la historia reciente de América Latina).