Una de las pruebas de aguas abiertas mas duras del calendario de la natación nacional es el famoso cruce o travesía del Lago San Pablo que se celebra por Septiembre por las fiestas de la ciudad de Otavalo, las famosas fiestas del Yamor.
Recuerdo la primera vez que pase por ahí, era mayo de 1985 y reingresábamos de Cali compitiendo en un campeonato internacional, en ese momento Agustín Fuentes, mi entrenador, me decía competir en esa prueba es para machos, no es fácil terminarla peor ganarla. Ese año me puse un reto, algún día voy a competir esa prueba.
Cuando llegamos a Otavalo al ir a inscribirnos nos dieron los gorros con los primeros números, yo tenia el numero 4, no teníamos idea del porque nos daban esos números y a Javier Jara le daban el 53, fue el día de la prueba en que nos fijamos que nos alineaban a las 06H00 con el agua a una temperatura de 5 grados por orden de numero y nos tuvieron casi media hora con el agua hasta el ombligo muriéndonos de frio mientras los otros estaban con el agua en los tobillos todavía bien abrigados.
En 1989 venia de una operación de peritonitis que casi me cuesta la vida, perdí mucho peso y deje de nadar casi 4 meses. Cuando me dieron el alta medica total decidí regresar a entrenar. El año anterior mi amigo Fernando Ruiz había quedado segundo Lugar en la travesía. Javier Jara, nadador imbabureño, había ganado la travesía por 4 años y no pasaba los 18 años y me contaba de lo lindo que era nadarla y aparte el ganador del año 1988 había dicho que esa era una prueba para serranos y que los monos se ahogarian facilmente. Con todos estos antecedentes decidí forzarme al máximo pues tenia puesto entre ceja y ceja nadar esa prueba y solo tenia 2 meses para lograr coger ritmo.
Las noticias de que la competencia aparte de ser individual también seria por equipos me llevo a pensar en otros nadadores para completar el team de LDE y es así como reclute a Jorge Abad, Fernando Beltrán y trate de convencer a Gregory Fuentes que no quería nadar esta prueba así que recurrí a su idealismo y regionalismo para convencerlo de que vaya y acepto.
Cuando llegamos a Otavalo al ir a inscribirnos nos dieron los gorros con los primeros números, yo tenia el numero 4, no teníamos idea del porque nos daban esos números y a Javier Jara le daban el 53, fue el día de la prueba en que nos fijamos que nos alineaban a las 06H00 con el agua a una temperatura de 5 grados por orden de numero y nos tuvieron casi media hora con el agua hasta el ombligo muriéndonos de frio mientras los otros estaban con el agua en los tobillos todavía bien abrigados.
La salida se dio a las 07H00 y comenzamos a nadar como locos para entrar en calor, cada uno cojía la dirección que creía según su orientación, aparte el frío y no poder respirar con normalidad por nadar en la altura eran alguno de los problemas que sufrimos.
Nade como 20 minutos solo hasta que me tope con Fernando Ruiz, alce mi cabeza y logre divisar a el ganador del año anterior y forcé para alcanzarlo y lo pase, sentí que ese año iba a lograr un buen puesto pero no estaba bien orientado.
Al final con mas frío que cansancio logre llegar a la meta, divise a mi amigo Javier Jara que había llegado antes que yo y al alzar la mirada vi a Gregory Fuentes ser entrevistado por la prensa y el sin poder decir una palabra, había ganado la prueba, yo había llegado tercero.
Gregory Fuentes 11 veces ganador de la Travesía
Había cumplido la promesa hecha años atrás y había superado uno de mis miedos mas grandes, haber nadado la travesía del Lago San Pablo. Mi padre que viajo conmigo estaba emocionado de ver como después de haber salido de una operación y tener solo 2 meses para entrenar logre cumplir con una prueba tan exigente.
Regresamos después de eso a nadar la travesía. Yo lo hice por 3 años más antes de retirarme logrando 2 terceros lugares y un segundo lugar. Gregory tomo la travesía como suya pues compitió por 15 años ganando 11 veces la misma e imponiendo un record del cruce y de victorias que no han superado aún. Es la prueba que lo forjo a ser el nadador que fue y pensar que en el primer año no quería ir.
Ahora estamos dedicados a otras cosas, me he vuelto a ver con Javier Jara y no he podido hablar con Gregory Fuentes que se fue a radicar a Canadá, se que en la ultima travesía nado y llevo a su hijo para que vea la prueba que a su padre volvió famoso. Algún momento vamos a volver a encontrarnos en ese lugar mágico que es este Lago de la ciudad de Otavalo.