En el 2008 se registraron, en las casas de salud públicas, 26.703 personas con la enfermedad. La cifra superó a la del 2007, año en que se reportaron 11.908 pacientes. Esa tendencia continúa.
Hace ya 14 años una mañana mi padre se desperto con un hormigeo en su brazo izquierdo y en su cara del mismo lado, lo llevamos al Doctor y le dijo que presentaba un cuadro de hipertensión arterial, producido por sus malos habitos al comer y por su adicción a fumar y que tenia que tomar medicamentos para controlar su presión arterial, desde ahi mi padre ya no fuma pero vive condenado a tomar Enalapril de 20mg todos los días para controlar su hipertensión.
Según el cardiólogo Roberto Lecaro, la mayoría de pacientes (93%) que sufre de presión arterial elevada desconoce que tiene ese padecimiento, lo cual incrementa los riesgos de la enfermedad. “Solo un 7% de hipertensos lleva un control adecuado”, afirma.
La presión arterial es la tensión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Esta presión es imprescindible para que circule la sangre por los vasos sanguíneos y aporte el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo para que puedan funcionar con normalidad.
Su medición se obtiene calculando el volumen de la sangre que circula por los vasos sanguíneos por la resistencia que tienen las paredes de las arterias, así lo explica el especialista Alfonso Mora. Cuando la presión se eleva, la sangre o la resistencia de las paredes de las arterias están alteradas.
Ambos galenos coinciden en que el factor genético es el principal responsable del padecimiento, aunque también aseguran que el estilo de vida que llevan las personas puede incidir en su aparición.
Mora indica que en los últimos años las mujeres son el género más afectado por la presión arterial elevada. Entre las causas que refuerzan la tendencia se encuentra el consumo de cigarrillos y alcohol, además de la ingesta de hormonas, a través de pastillas anticonceptivas.Los malos hábitos alimenticios, la falta de ejercicio, el sedentarismo y el estrés son los factores más conocidos que inciden en el aumento de la presión.
En cuanto al factor genético, Lecaro explica que una persona tiene un 80% de posibilidades de desarrollar hipertensión arterial si el padre padece el mal. Si por el contrario la madre tiene el padecimiento las posibilidades se reducen un 50%.
La grasa que se aloja en el abdomen es otro factor de riesgo. Esta es considerada “especial” por los galenos porque libera una sustancia denominada angiotensina II, la cual provoca el aumento de la presión arterial, del colesterol, triglicéridos y del azúcar.“Al medir la cintura por encima del ombligo, una mujer debe tener menos de 80 centímetros de diámetro y los hombres menos de 90 centímetros. A mayor dimensión, mayor riesgo”, advierte el especialista.
Datos
Presión Arterial
Presión Arterial
Es recomendable que la presión arterial se mantenga en 120/70, es decir que la máxima (presión sistólica) sea 120 y la mínima sea de 70, (presión diastólica).
Factor genético
Factor genético
Si el padre tiene la enfermedad, hay un 80% de posibilidades de que sus hijos la padezcan. Las posibilidades disminuyen si es la madre la portadora del mal. Las posibilidades se reducen al 50%.
Consecuencias
Infartos y disfunción, lo más común
Los infartos al corazón y al cerebro son algunas de las consecuencias de la hipertensión no controlada, afirma el cardiólogo Roberto Lecaro.
Otro resultado de la enfermedad es la afectación al sistema circulatorio. Generalmente las áreas más perjudicadas son las genitales, por lo que es muy probable que un paciente hipertenso padezca de disfunción sexual.
Contrario a lo que habitualmente se piensa, no solo los hombres son los perjudicados. Nuevos estudios señalan que la mujer es la más afectada por este tipo de insuficiencias. “Las damas empiezan a perder la sensibilidad, la erección del clítoris y la lubricación por el daño arterial. Consecuentemente el deseo sexual disminuye”.
Otros órganos afectados son los llamados “blancos” (cerebro, riñón, retina) y los vasos coronarios.
Los especialistas coinciden en la necesidad de monitorear constantemente el nivel de la presión arterial, incluso en las noches, por la llamada hipertensión nocturna. Esta se presenta mientras las personas descansan.
El individuo que la padece usualmente sufre de mareos, dolor de cabeza y principalmente cansancio en horas de la mañana.
Durante el día generalmente no presenta la enfermedad. Por ello, para detectarla, lo recomendable es efectuar un monitoreo ambulatorio de la presión arterial.