Camiones-cisterna militares y de la policía luchan por enfriar el reactor número 3 de la central japonesa de Fukushima, mientras que los técnicos intentan restaurar la electricidad que permita activar el sistema de refrigeración dañado por el terremoto y tsunami del día 11.
Según la televisión pública NHK, previamente, helicópteros militares habían lanzado toneladas de agua marina, sin conseguir bajar la temperatura de la piscina de combustible del reactor.