
La Defensa Civil japonesa ofrece un celular a cada sobreviviente a fin de que se comunique con sus familiares, los equipos de rescate rezan antes de cada labor. Las filas de personas buscando comida y medicinas se realizan en completa calma. Las ayudas privilegian a los ancianos y a los niños. A pesar de toda esa paciencia oriental, los japoneses sienten que no le están diciendo toda la verdad del desastre. Muchos empiezan a emigrar hacia el sur y al oeste del pais donde los posibles vientos radiactivos afectan menos
Peligro de fugas radiactivas podrían afectar a Tokio
10 mil muertos y 17 mil desaparecidos
Publicado el martes 15 de marzo del 2011