Sunday, May 1, 2011

El Desafio de los Trabajadores Dominicanos

Al conmemorar este Primero de Mayo el Día Internacional del Trabajador, recordamos a los mártires de Chicago, de 1886, cuya lucha le dio origen, y saludamos a los trabajadores dominicanos y del mundo, valorando que la clase trabajadora mundial expresada en diferentes culturas, religiones, geografías, tiene una realidad común que es la esencia de lo que representan para la productividad y el desarrollo de las naciones y sus demandas por mejorares condiciones de trabajo.

A la clase obrera y demás clases trabajadoras del país, que debieran otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo, se les pretende colocar sobre sus hombros el peso de la crisis financiera internacional, con el deterioro del poder adquisitivo de sus magros salarios y la negación sistemática de conquistas sociales básicas, cuando debieran los representantes patronales admitir que los trabajadores deben ser pagados de acuerdo a lo que cuesta sobrevivir y reproducirse en las condiciones actuales del país.

Esa situación es consecuencia del modelo capitalista neoliberal que ve a la clase trabajadora como una mercancía; la negocia, la utiliza y le pone precio, sólo que no es el precio que vale conforme a la productividad y los capitales que ésta le genera con su fuerza de trabajo. De ahí las grandes desproporcionalidades.

Nuestra clase trabajadora, como parte de esa realidad, ve pasar cada primero de mayo con expectativas que se desvanecen en una lucha, que por diversas razones, no llegan a concretarse, particularmente por la visión esquemática que tienen autoridades del área laboral, respecto al diálogo y la concertación con los auténticos representantes de los trabajadores, por las debilidades estructurales de la economía dominicana y los bajos niveles de organización y movilización autónoma de la clase obrera nacional.

La crisis actual que arrastra el sector, consecuencia de ese tipo de manejo, mantiene confrontado a trabajadores y patronos por el legítimo aumento salarial.

Esta situación de conflicto, coloca a la clase trabajadora en un nivel de desamparo y de orfandad, por la negativa patronal al aumento salarial, y por el desinterés que evidencian actitudes cerradas al diálogo abierto y transparente con un sector que constituye la columna vertebral para la productividad, en todas las áreas del quehacer laboral.

La oferta del sector patronal es del 11.58% de aumento sobre el salario mínimo, lo que representa RD$900.00 al mes al salario mínimo más alto y RD$600.00 al mínimo más bajo, quedando muy por debajo del tope mensual para que un trabajador pueda solventar sus necesidades básicas de transporte, alimentos, educación, salud, vestimenta y otros servicios.

Los sectores sindicales agrupados en la Confederación Nacional de Unidad Sindical, CNUS, plantean que para poder responder a esas necesidades básicas y sobrevivir con mediana calidad de vida, es necesario un aumento salarial del 30% al salario mínimo y del 25% al salario hasta los 50 mil pesos, propuesta a la que se niegan los patronos.

El MIU expresa su respaldo a la lucha actual del CNUS, a su Presidente, Rafael-Pepe-Abreu, y les exhorta a continuar la lucha a favor de la clase trabajadora en estos momentos en que nuevos aires recorren América Latina, augurando la llegada de situaciones de mayor equilibrio social para los trabajadores.

Amplios sectores de la clase obrera de la región se están beneficiando de políticas de redistribución del ingreso y mejoría de la seguridad social, promovidas por gobiernos progresistas en distintos niveles; debemos de convencernos que la integración de los trabajadores en una Alianza Política Social, capaz de impulsar reformas y cambios modernizadores de la sociedad y del Estado, es la única garantía para el avance del sector frente al retroceso a que les conducen actitudes y conductas de sectores patronales.

De esta forma, llegar a los primero de Mayo en mejores condiciones obreros-patronales y en correlación de fuerzas menos desventajosas, como la actual, superando el desafío que representa hoy la situación de los trabajadores dominicanos. Se requiere del diálogo y la concertación con verdaderos dolientes de esta clase, necesaria, reconocida pero muchas veces desamparada u olvidada.


Comisión Política del Movimiento Izquierda Unida