Siempre se ha dicho que ejercer el periodismo en países como el nuestro - y yo diría que en todos los países- es peligroso, ingrato pero más que nunca es también una fuente inagotable de recursos si vendes la cuartilla a 3 x 1 con descuentos incluidos, en pocas palabras, si te animas a vender tu alma.
A pesar de la validez de esa etiqueta, el periodismo es un oficio hermoso y apasionante. De muchos misterios que resolver y mucho humor ¿por qué no?
Es el “gusanillo” que no se sacia nunca. Escarba y escarba sin ninguno resultado, a veces. Siempre jodido a a escribir sobre la realidad que te rodea, aunque lo que más desees sea enterrar esa realidad, mediocre, carenciada y ahita de un poder político y económico que aplasta, miseria que espanta y rutina que aburre.
No hay una cosa más triste que la realidad. El peor lugar para estar y permanecer. Más que para permanecer, para ser, que no es lo mismo.
Ese “gusanillo” devorador mantenía a mi querido padre Fermín Arias Belliard casi las 24 horas del día atento a esa realidad , escribiendo en papelitos frases solo legibles para él y para su maravilloso mundo creativo. Se bebía todo lo que la realidad cada día le ofertaba. Garabatos que cuando niño no entendía el afán de escribir de todo y para todos.
Gente muy valiosa distingue la profesión. Muchos de ellos nunca han tenido que recurrir al chantaje y la extorsión para sobrevivir. Su ética ha estado debidamente “financiada” , tal y como ha reclamado en innumerables ocasiones a los dueños de las ahora corporaciones periodísticas, la amiga y destacada colega Elsa Expósito.
...Y gente muy "exitosa" tambíen denigra la profesión. No hay manera de justificar un apartamento de 10 millones de pesos, vehiculos de lujo, fincas y cuentas bancarias millonarias en el país y en el exterior con un sueldo de 35 a 40 mil pesos. Imposible...
Sin embargo, para la gran mayoría de los profesionales de la prensa, los salarios devengados son irrisorios y las condiciones laborales inadecuadas. Algo ha mejorado pero falta mucho. Casi todo.
Reportar es un trabajo agotador y estresante. Desapareces ipso facto cuando no estás en ningún medio de comunicación Nadie te llama cuando no laboras. Ya no sirves. La recompensa no es gratificante. Solo tienes te tienes a tí y a tu devorador gusanillo de vocación al servicio de la comunidad.
Suerte que se inventaron las redes sociales y blogs, asi , de vez en cuando sacas la cabeza y te haces sentir.
Ser reportero "cargapalo" como yo he sido en casi toda mi vida profesional, es chuparte 12 o 13 horas de trabajo. Eso incluye Fines de semana, feriados y el dia libre no te sabe a nada. Es aguantar también jefes y jefecitos resentidos, lleno de frustraciones, resabios y defensores de intereses a los cuales sirves sin darte cuenta.
Sabes muy bien que al otro lado de la realidad, alguien espera la alegría o el caos, la dicha o la oscuridad, la tristeza o la verdad de tu diario reportar.
¿Debo decir Feliz Día del Periodista o corroboro la teoría de mi amigo y colega Vianco Martínez sobre lo que somos y seremos los periodistas hasta el fin de los mundos conocidos?
No lo voy a decir, pregúntenle a él …